Las lesiones de la médula espinal se deben a una contusión o transección de la misma, generando una disminución o ausencia de la movilidad, sensibilidad y las funciones de los órganos del cuerpo por debajo del nivel de la lesión. Cuanto más alta la lesión mayor será el compromiso funcional del paciente.
En este blog dedicaremos un espacio para informar acerca de las tecnologías adaptadas a las necesidades de dichos pacientes.
El exoesqueleto ReWalk Rehabilitación 2,0 mejorado para que lo use mas gente
Argo Medical (Marlborough, MA) dio a conocer una nueva versión de su exoesqueleto ReWalk para la rehabilitación en personas con lesiones de la médula espinal.
El dispositivo está destinado a ser utilizado en las clínicas de rehabilitación y la nueva versión está destinada a soportar una mayor variedad de tamaños de cuerpos, un nuevo mecanismo de medición que prepara a los usuarios para cada sesión y un modo nuevo de principiante que ayuda a los novatos a usar el ReWalk.
Características del ReWalk Rehabilitation 2.0 nuevo en el comunicado de prensa abajo
Un exoesqueleto permite a los lesionados medulares caminar y subir escaleras
El Rewalk consiste en unos soportes motorizados colocados a lo largo de
las piernas, sensores en el cuerpo y una mochila para transportar las
baterías recargables
Un ex soldado israelí con una bala alojada en la columna vertebral
desde hace 22 años hizo una demostración en la fundación Step by step, en l’Hospitalet, de cómo una persona parapléjica puede levantarse
y andar. Unas piernas robóticas articuladas controladas desde un
ordenador que llevaba en una pequeña mochila le permitieron le permitió
lenvantarse de una silla, caminar, subir escaleras, volverlas a bajar,
girar a derecha e izquierda, pararse y sentarse de nuevo.
La
compañía Argo, que ha desarrollado el producto y con la que trabaja el ex
soldado, anunció que el dispositivo robótico tenga de nombre comercial ReWalk . La primera versión del
aparato, técnicamente llamado exoesqueleto, estará destinada a
instituciones especializadas en rehabilitación y mantenimiento de
lesionados medulares. Costará unos 100.000 euros y está diseñada para
que personas distintas puedan utilizarlo por turnos.
Una segunda
versión del producto, para uso individual. Costará unos 50.000 euros y está pensada para que
personas parapléjicas puedan llevarla en cualquier momento del día y
salir con ella a la calle.
Desde el Institut Guttman, centro de
referencia en rehabilitación de lesionados medulares, se valoró positivamente el avance, aunque se advirtió del riesgo de crear un
exceso de expectativas entre las personas afectadas. Según advirtió
Josep Maria Medina, jefe de rehabilitación funcional de Guttmann que
conoce los detalles de Rewalk, el dispositivo solo será útil para un
subgrupo de lesionados medulares y, en este subgrupo, falta acumular
experiencia con un número amplio de pacientes para saber hasta qué punto
les ayuda.
Argo reconoció que “no todos los lesionados
medulares van a poder beneficiarse de Rewalk”, según declaración de John
Frijters, vicepresidente de la compañía. En parte porque el producto no
está indicado para todas las personas con lesión medular. Y en parte
porque el precio no está al alcance de todas las familias.
Para
poder caminar con Rewalk, es necesario mantener la movilidad de los
brazos para poder manejar las muletas, que resultan imprescindibles para
equilibrarse. Por lo tanto, el dispositivo no está indicado para
personas tetrapléjicas. Es necesario, además, conservar suficiente masa
ósea en las piernas –que tiende a deteriorarse en lesionados medulares-
para soportar el peso de la persona y los 20 kilos del aparato. Es
necesaria una correcta regulación de la tensión arterial para evitar que
la persona se maree al levantarse. Y hace falta que la persona mantenga
las facultades cognitivas para comprender lo que tiene que hacer.
“Este
no es un dispositivo que dirige a una persona sino que es la persona
quien dirige el dispositivo. El ordenador más importante no es el que
está en la mochila sino el que está en la cabeza”, explicó Frijters.
“Aprender a controlarlo requiere un aprendizaje, más o menos como
aprender a ir en bicicleta”. Según los datos facilitados por Argo
Medical Technologies, hacen falta entre 20 y 40 sesiones de 45 minutos
para aprender a moverse con Rewalk, con una curva de aprendizaje que
depende del tipo de lesión y de la habilidad de cada persona.
Por
ahora, han probado el exoesqueleto unos treinta voluntarios en tres
ensayos clínicos realizados en los hospitales Sheba (Israel), Villa
Beretta (Italia) y MossRehab (EE.UU.), los tres reconocidos
internacionalmente por su especialización en lesiones medulares.
Según
dijeron los portavoces de la empresa, las personas que han
caminado con Rewalk han mejorado su bienestar psicológico y experimentan
menos dolor. Además, tienen menos riesgo de sufrir osteoporosis,
estreñimiento e infecciones urinarias. Argo Medical Technologies, sin
embargo, no aportó datos concretos sobre estas variables ni ha
presentado aún estos resultados en publicaciones científicas.
El
exoesqueleto está diseñado para personas que midan entre 1,60 y 1,90 y
que pesen menos de 100 kilos. Argo tiene previsto desarrollar en el
futuro versiones para personas más bajas y más altas, pero “no podemos
dar una fecha, vamos paso a paso”, dijo Frijters. “Un Rewalk para niños
está en nuestra lista de cosas que tenemos que hacer”.
Un segundo
exoesqueleto llamado eLegs está siendo desarrollado por ingenieros de
la Universidad de Berkeley, en California (EE.UU.), y ha sido
seleccionado por la revista Time como uno de los 50 inventos más
importantes del 2010, lo que ilustra el potencial de esta línea de
investigación. Pero Argo defiende que el suyo, fruto de doce años de
investigación, está más avanzado.
En su versión actual, Rewalk
permite caminar a unos 3 kilómetros por hora, una velocidad normal para
cualquier persona sana. Puede subir o bajar pendientes de 6 grados, la
misma inclinación para la que están homologadas las sillas de ruedas.
El
usuario controla con un mando a distancia que lleva en la muñeca como
un reloj si quiere caminar, subir o bajar escaleras o sentarse. Para que
el dispositivo funcione bien, conviene caminar sobre una superficie
rígida, aunque también permite ir sobre césped, piedras o caminos.
Dotado de carcasas de plástico y aluminio, puede resistir tanto la
lluvia como el polvo.
La batería se ha diseñado para durar ocho
horas, de modo que una persona pueda llevar el exoesqueleto tanto como
desee durante el día y recargarlo por las noches. Pese a estas
posibilidades, recalcó Frijters, “Rewalk no es un sustituto de la silla
de ruedas, es un complemento”.
En caso de acabarse la batería o
producirse una avería, el dispositivo electrónico está programado para
apagarse poco a poco para evitar que la persona sufra una caída brusca.
Para evitar tropiezos, está diseñado para mover el pie hacia atrás en
caso de topar con un obstáculo. “No nos ha ocurrido nunca que nadie se
cayera, pero si ocurre, obviamente necesitará ayuda para levantarse”,
dijo Frijters.